INCITATUS Y CALIGULA
Incitatus,
que en latín significa “impetuoso”, fue el caballo preferido del tercer
emperador romano, Cayo Julio César
Augusto Germánico, mejor conocido como “Calígula”, que significa “botitas”. La
devoción de Calígula por su caballo llegaba a extremos ridículos. En un primer momento mandó construirle
una caballeriza de mármol con pesebres de marfil para su uso exclusivo,
pero pronto llegó a darle toda una villa con jardines y 18 sirvientes para su
cuidado personal.
“El caballo” dormía con mantas de
color púrpura (era el tinte más caro en la Antigua Roma, reservado para la familia
imperial) y llevaba collares de piedras preciosas. Posteriormente, Calígula otorgó a Incitatus el
título de Cónsul de Bitinia. Este hecho
ha sido tradicionalmente interpretado como fruto de la demencia del emperador,
pero lo cierto es que “la actitud servilista y pusilánime de los senadores” del
reinado de Calígula, bien pudiera haber influido en dicho nombramiento,
volviéndolo un hecho irónico que denotaría el sarcástico desprecio de Calígula
hacia las instituciones públicas del Imperio.
Como caballo de carreras que era,
Incitatus participaba en las competencias celebradas en el hipódromo de Roma. La noche
anterior a una competencia, el emperador dormía junto al animal y se decretaba
un “silencio general” que nadie podía violar en toda la ciudad bajo pena
de muerte, con el fin de que el caballo descansase correctamente. Al parecer, Incitatus solo perdió una carrera
en su vida, tras la cual Calígula ordenó al verdugo que matase lentamente
al auriga (así se denominaba a quien
conducía el carruaje en las carreras del antiguo circo romano) para
asegurarse de que sufriera.
A dos mil años de distancia, cada vez con mayor frecuencia se hace referencia a este pasaje de la historia del imperio romano, con la cita inevitable que señala, “cualquier semejanza con nuestra realidad, es mera coincidencia”.
Y es que me resulta sumamente difícil
abstenerme de opinar sobre la reciente designación de tres magistrados
nayaritas que formarán parte del Poder Judicial, impuestos por el Poder
Ejecutivo y con el aval del Poder Legislativo.
Así es como funciona la tan llevada y traída “división de poderes” en el
estado de Nayarit.
Una vez más, con esa facilidad, se
vulnera la dignidad de los nayaritas y se ofende la inteligencia de un pueblo
que por agachón, apático, e indiferente, es corresponsable en todas estas
aberrantes decisiones que van en contra del progreso y del desarrollo de un
pueblo.
Si alguien entiende perfectamente y ha
padecido los excesos a los que hoy hago referencia, son precisamente los
abogados que todos los días tienen que lidiar con decisiones absurdas y
contrarias al derecho que toman nuestros flamantes magistrados, figuras de
“respeto” y gran reconocimiento.
Por razones como éstas es que luego no
deberíamos de sorprendernos de mandatos judiciales que le ordenan al gobierno
municipal, por ejemplo, pagarle su salario a los policías aunque no se
presenten a trabajar al municipio, bajo la amenaza de que en caso contrario, se
le iniciará un juicio político al presidente municipal, o por ejemplo, que no
obstante las pruebas aportadas y documentadas fehacientemente con base en las
leyes vigentes, el Tribunal Superior de Justicia rechace la inhabilitación del
expresidente municipal de Tepic, Héctor González Curiel, promovida por la
Contraloría Municipal, para evitar que vuelva a desempeñarse en algún cargo
público municipal, estatal o federal.
Mientras no exista una verdadera
división de poderes y nuestros respetables magistrados sigan siendo designados
por el Ejecutivo y estén al mande usted de su patrón, no podremos los nayaritas
presumir de una justicia pronta y expedita, mucho menos hablar de principios
tales como la equidad, imparcialidad, objetividad, etc.
Estamos advertidos. No nos sorprendamos después con las
decisiones que de repente puedan tomar (o acatar). Pues bien pudiéramos enterarnos cualquier día
de la designación, nombramiento o título nobiliario de algún ejemplar equino o
bien, que en los próximos días el excalde de Tepic, popularmente conocido con
un mote de macho bovino (para continuar en esos términos pecuarios) sea
designado por mandato superior, titular de la CONAGUA en el estado de Nayarit.
El cambio empezó en
Tepic ¡y nadie lo para!.
Para cualquier aclaración, comentario, duda, denuncia o reclamo sobre esta Columna estoy a sus órdenes en:
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