domingo, 23 de febrero de 2020


¡EL NUEVE NADIE SE MUEVE!

#UnDíaSinMujeres


En los años recientes hemos visto cómo se han disparado en el mundo los índices de “violencia de género”, como se le conoce a la agresión física o psicológica que se imprime principalmente en contra de las mujeres.

Se estima que en países como China o la India, la violencia hombre/mujer llega a ser tan alta como 120 hombres por cada 100 mujeres.  El homicidio en razón del género también toma las formas de infanticidio y violencia letal contra cualquier género en cualquier estado de la vida.

En el caso de la violencia letal contra las mujeres se le conoce como feminicidio.  “Gendercide”, por su traducción al inglés, definición que le atribuyó la feminista norteamericana Mary Anne Warren en su libro “El homicidio en razón del género: las implicaciones de la selección por sexo" (Gendercide: The Implications of Sex Selection), publicado en 1985.En su libro, Warren detalla que “el feminicidio se define como el homicidio sistemático de mujeres por razones diversas, a menudo de tipo cultural”.

Lamentablemente nuestro país no es la excepción.Y es que de  acuerdo con cifras oficiales del Secretariado Ejecutivo de Seguridad Pública (SESNSP), durante 2019en México se cometieron casi 3 mil feminicidios.

Prácticamente8 feminicidios cada 24 horas, registrándose la mayor incidencia de estos casos en los estados de Veracruz (140 casos), Estado de México (81 casos), Nuevo León (53 casos), Puebla (45 casos) y la Ciudad de México (40 casos), mientras que los municipios con mayor número de mujeres víctimas de feminicidio fueron Monterrey, Culiacán, Ciudad Juárez, Xalapa y Guadalajara.

Pero por si estos datos no fueran ya de suyo preocupantes, habría que destacar que el principal reclamo hoy en día de las mujeres mexicanas tiene que ver, como en la gran mayoría de los ilícitos que se cometen en nuestro país, con la impunidad.

Ese sin duda es el tema que más ha contribuido a recrudecer dicho reclamo, toda vez los errores, deficiencias y/u omisiones en que incurren las instancias encargadas de investigar y procurar justicia, en la integración de las carpetas de investigación o en las irregularidades que se observan en lo que se conoce como el “debido proceso”, además de lo dilatado en el cumplimiento de las órdenes de aprehensión o la ejecución de sentencias.

Y es que de acuerdo con el Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF), de ese universo de homicidios cometidos contra mujeres en el país durante 2019, tan sólo 726 casos (25.6%) son investigados como feminicidios, mientras que el resto se han encuadrado como homicidios dolosos.

De acuerdo con el referido Observatorio Ciudadano, en los estados de Coahuila, Estado de México, la CDMX, Durango, Guerrero, Hidalgo, Jalisco, Morelos, Puebla, Quintana Roo y San Luis Potosí,de enero a junio de 2019 se registraron 879 asesinatos en contra de mujeres, de los cuales sólo 248 se están investigando como feminicidios.

Sobre este asunto es oportuno señalar que en días pasados la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN),determinó que el homicidio agravado de mujer es inconstitucional porque viola el principio de igualdad.  “El feminicidio no se castiga diferente porque se trate de una mujer, se castiga diferente porque es un crimen de odio, es un crimen de odio por motivos de género, por ello el tipo penal de feminicidio tiene sentido, se puede mejorar, se puede perfeccionar pero no puede desaparecer”, afirmó el ministro y presidente de la Corte, Arturo Zaldívar.

En el marco conmemorativo del Día Internacional de la Mujer que se celebra el 8 de marzo, se ha convocado a todas las mujeres del país a un paro nacional de actividades el próximo lunes 9 de marzo, denominado “El Nueve nadie se Mueve” (#UnDíaSinMujeres).

Sin duda, esta movilización constituye un sentido reclamo de justicia de las mujeres de nuestro país, al tiempo que representa una fuerte llamada de atención para todas y todos quienes desde nuestras diferentes trincheras tenemos una responsabilidad de orden público.  Es urgente y necesario definir las acciones y políticas públicas que contribuyan a eliminar de raíz este grave problema que hoy aqueja a nuestra sociedad.

Mi solidaridad respetuosa con todas ellas y desde el Poder Legislativo de Nayarit, reiteramos y hacemos público nuestro compromiso para seguirlegislando con perspectiva de género e impulsando el empoderamiento de las mujeres, a fin de alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible deseables.

Para cualquier aclaración, comentario, duda, denuncia o reclamo sobre esta Columna estoy a sus órdenes en:



EMAIL: leopoldodominguezgonzalez@gmail.com 

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domingo, 16 de febrero de 2020


¡LA CORRUPCIÓN, PESADO LASTRE PARA MEXICO!

En días pasados la Fiscalía General de la República dio a conocer la detención en Málaga, España, del exdirector de PEMEX durante el gobierno del expresidente Enrique Peña Nieto, dando cuenta así del compromiso del Presidente Andrés Manuel López Obrador, con el combate frontal y decidido contra la corrupción y la impunidad.

Hablar de corrupción es sin duda hablar de uno de los más grandes lastres que históricamente hemos venido arrastrando los mexicanos y que lamentablemente nos deja muy mal parados en nuestra imagen ante el mundo.  Es por ello que como ciudadano, como mexicano, como nayarita, como legislador y como padre de familia, reconozco y comparto esa convicción que alienta el compromiso de los gobiernos Federal y Estatal por erradicar de manera definitiva la corrupción y la impunidad.

Desde el Poder Legislativo de Nayarit hemos hecho la parte que nos corresponde en dicho combate a la corrupción y sin falsas modestias, estoy convencido que quienes integramos la XXXII Legislatura podemos decir que hemos rendido buenas cuentas a los nayaritas en éste, como en otros temas.  Ciertamente no es un asunto que ya esté concluido o incluso que ya podamos cantar victoria y decir que en Nayarit hemos castigado todos los hechos de corrupción del pasado.

Sin embargo, justo es reconocer el esfuerzo que la Fiscalía General del Estado ha venido realizando hasta el momento para documentar los presuntos actos de corrupción y aperturarlas respectivas carpetas de investigación e iniciar los procedimientos judiciales que éstas han arrojado, derivando en la detención de algunos exfuncionarios de diferentes áreas del poder público del estado, que lamentablemente incurrieron durante el desempeño de sus encargos, en presuntos ilícitos.

Pero me parece que el tema va más allá, tiene más de fondo.  Vergonzosamente los mexicanos nos hemos acostumbrado a vivir inmersos en un ambiente de corrupción.  De acuerdo con cifras de la Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental de 2017, el 57% de los Mexicanos de más de 18 años considera la corrupción como el problema más grave del estado donde vive, por encima de la inseguridad y la delincuencia.

Y cuando digo que vergonzosamente nos hemos acostumbrado a vivir en ese ambiente corrupto, es porque no tenemos la cultura de la denuncia de los hechos de corrupción que conocemos y podemos documentar.  Nos hemos mal acostumbrado a callar porque se ha vuelto común en la vida cotidiana de los mexicanos ser parte de la corrupción.  Desde el que da una mordida por una infracción menor de vialidad, hasta el que ofrece o cobra un porcentaje en cualquier licitación pública de la dependencia que se trate, en cualquiera de los tres niveles de gobierno.

Es un mal ejemplo que ha cundido y que podemos adquirir desde el seno de nuestros hogares, en la escuela o en nuestros centros de trabajo.  Del tamaño que se trate, eso no importa.  Tiene que ver con cualquier acción consistente en la utilización de las funciones y medioso el abuso de la posición organizacional que se deténte y que se traduzca en un provecho o beneficio económico o de cualquier otra índole, para quienes lo realizan o gestionan.

Y es que razones como éstas, seguramente entre muchas otras, es lo que hace tan difícil poder procesar y castigar a quienes incurren en estas prácticas ilícitas, porque se han ido perfeccionando y sofisticando las formas y métodos aplicados por quienes incurren en dichos actos de corrupción.

Es por ello que cada vez más me convenzo que no hay mejor forma de erradicar la corrupción que reforzando los valores que aprendemos desde nuestra casa.  Nuestros hijos y las futuras generaciones, van a reproducir lo que aprendan de sus padres, de sus abuelos.  Esa debe de ser nuestra principal tarea.  Heredarle a este país mexicanos de bien, educados, responsables y con un arraigado patriotismo y amor por Nayarit y por México, porque como decían nuestras abuelas, “¡la educación y las buenas costumbres, se maman!”.

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domingo, 9 de febrero de 2020

DOMINGO 09 DE FEBRERO DE 2020



¡SALUD, UNA PRIORIDAD!





Desde hace tiempo algunos amigos me han venido insistiendo que retome la publicación de mi Columna “Ojo Clínico” y me parece que hoy la coyuntura nacional en materia de Salud, a partir del surgimiento del “INSABI” (Instituto de Salud para el Bienestar), se convierte en una oportunidad para compartir algunas opiniones sobre ese particular.

El INSABI es el programa de Salud del gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador, orientado a garantizar la atención de la salud de los mexicanos que no cuentan con los esquemas de seguridad social que en este rubro ofrecen el IMSS o el ISSSTE.  A partir del 1 de enero del presente año, el INSABI sustituyó en el país al Seguro Popular, Sistema de Protección Social en Salud que nació durante el gobierno del Presidente Vicente Fox.

Tanto el INSABI como el Seguro Popular, son programas que buscan garantizar la atención de la salud de los mexicanos más desprotegidos y en ese sentido, debo de reconocer que comparto la visión del Presidente López Obrador, al pretender mediante esquemas de esta naturaleza, brindarle a las familias más pobres de este país, una cobertura universal de su salud, sin costo para ellos.

En 2004 tuve la honrosa responsabilidad de arrancar el Seguro Popular en Nayarit y durante los dos años que ocupé la dirección estatal de ese Programa, afiliamos en el estado a poco más de 75 mil familias, lo que nos permitió atender a más de 210 mil nayaritas, de acuerdo con cifras oficiales reconocidas en su momento por la Secretaria de Salud Federal, con un abasto de medicamentos estimado en un 90% de satisfacción.

Lamentablemente, durante las dos últimas administraciones estatales se desvirtuó el Programa y los recursos aportados por la Federación para atender la salud de los nayaritas afiliados al Seguro Popular, se destinaron a otras actividades que nada tenían que ver con ese tema, convirtiendo un proyecto tan noble y generoso en una fuente de corrupción que acabó por desprestigiarlo y sumir a los Servicios de Salud de Nayarit, en una dependencia con grandes carencias en todas sus áreas y con una crisis financiera que al día de hoy, hace muy difícil poder brindarle a sus beneficiarios, una calidad y calidez en la atención, tal como la merecemos todos los nayaritas.

Hoy sabemos que ese mismo esquema se reprodujo en otras entidades del país y por esa razón, el gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador ha decidido impulsar la creación del INSABI, a partir de la imperiosa necesidad de erradicar la corrupción que marcó al Seguro Popular y transparentar su operatividad, garantizando a los mexicanos más pobres de este país, un programa de salud que responda a las exigencias y expectativas de los mexicanos.

A poco más de un mes de haber entrado en funcionamiento el INSABI, el gobierno federal enfrenta, entre otros retos, primeramente lograr que las entidades del país que no han aceptado adherirse al Programa, lo hagan en el corto plazo, a fin de poder garantizar que todas y todos los mexicanos susceptibles de beneficiarse con este Programa, reciban sus beneficios.

Es imperativo resolver a la brevedad, el grave problema que representa para sus afiliados el desabasto de medicamentos, especialmente en aquellos casos de padecimientos crónico degenerativos o los conocidos como “gastos catastróficos”,como son los pacientes con cáncer, pues de lo que se trata es precisamente de blindar la economía de por sí ya paupérrima de las familias más pobres de este país, para que no se sigan empobreciendo al gastar en la atención de su salud.

Y finalmente, el tema que más nos preocupa a los nayaritas y que sin duda ha sido prioridad del gobierno estatal y que desde el Poder Legislativo hemos respaldado en la medida de nuestras facultades y atribuciones, tiene que ver con encontrar pronta solución al grave rezago que enfrenta el área de la Salud en Nayarit.  Es urgente fortalecer su equipamiento, darle mantenimiento a las áreas más afectadas y resolver el desabasto de medicamentos, a fin de brindarle a los nayaritas esa calidad en la atención de su salud que todos nos merecemos. 

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